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sábado, 24 de octubre de 2009

La noticia de un asalto al banco.

Una de las cosas que más me gustó de vivir en Santo Domingo es lo seguro que es el país. Así como para dejar el coche abierto mientras te bebes una cerveza en el colmado. Y me cuentan que en tiempos de la dictadura de Trujillo, se podía dejar la casa abierta mientras estabas de viaje.

Para muestra, un botón. No hubo un solo asalto a banco en los cinco años que viví ahí. Y ojo, me tocó la peor crisis financiera de la historia. Los asaltos a banco son tan, pero tan poco comunes, que todos mis amigos se acuerdan del último asalto a un banco. En 1993.

Según recuerdo, un día, un prominente cirujano que debía mucho dinero, se metió a un Banco del Progreso, a querer robarlo. Me imagino que, después de ver Duro de Matar en la televisión, se le ocurrió que esa era la solución a sus problemas. Pero como su esposa era la gerente del banco, pos no podía entrar así nomás, blandiendo una pistola y gritando "El dinero o la vida". No. El buen doctor optó por ponerse una máscara de carnaval, para que mis lectores mexicanos se la imaginen, era algo así como una mascara de luchador. Como las deudas eran muchas, el doctor optó por asaltar el banco el solo, para no repartir el botín.
Me imagino que estacionó el auto en alguna esquina cercana, porque el banco está sobre la avenida Independencia, en Gazcue. Y no se puede estacionar en la Independencia. Para los que no conocen Santo Domingo, Gazcue es un barrio en la parte vieja de la ciudad, con el estilo que en Colombia llaman republicano, y aquí en México describiriamos como colonia Roma, pero sin planeación. A lo mejor lo dejó en los parqueos del propio banco. Lo que si es cierto es que no me imagino como iba a salir, porque Gazcue no se me hace para una persecuión de autos tipo Bullit o Starsky y Hutch.

La parte que más me gusta de escribir un blog es que me imagino al lector, y lo pongo a decir lo que quiero para resaltar algún punto. Así, me tomo la libertad de hacer que mi gentil lector diga:
-A ver güey, ¿me estas diciendo que un doctor famoso se puso una máscara del Santo y se fue a asaltar el banco donde trabajaba su esposa? ¿Y entró a pie?
-Bueno, -diré yo- no era una máscara del Santo, era de payaso de carnaval vegano, pero si, esa es la idea.
-Y, con un plan tan pero tan pendejo, ¿cuanto se llevó?

Si, el plan no estaba muy meditado. Y se le complicó un poco. No se bien a bien como, pero a antes de que saliera el asaltante, llegó la policía, y el criminal se quedó atrapado dentro del banco. Y se le ocurrió que su mejor opción era tomar a los empleados y cuenta-habientes como rehenes. Y entonces llamaron al equipo de armas y tácticas especiales (SWAT) de la policía.

Los dominicanos son muy afectos a meterse donde no los llaman. Y más si es un espectáculo impresionante, como el de los policías de élite sitiando un banco. Y, pues más de uno -y yo creo que todos los que se enteraron- salió corriendo a ver el asalto y los rehenes del Banco del Progreso. Más de uno llevaba su pistola, para lo que se ofreciere. Y llegó también el síndico (alcalde o jefe de gobierno) de Santo Domingo, que en un afán nada protagónico se ofreció como rehén para negociar con el asaltante. Y la televisión. Por lo menos 4 canales distintos mandaron sus reporteros a cubrir la fuente de primera mano. Y ahí estaban los valientes reporteros, esperando a ver en que momento le caían a tiros al asaltante.
Y también el cardenal. Mierda, creo que el único que faltó fue Joaquín Balaguer, al que seguro nadie tuvo los timbales para despertarlo.

Según me acuerdo, se acercó uno de los reporteros que cubría la fuente a negociar con el doctor, que salió con una de las cajeras de escudo. A un policía se le salió un tiro. Y el doctor también disparó, matando a la cajera, y metiéndose al banco en bola e humo, o en chinga, como prefieran. Y la policía, y más de uno de los espectadores, cocieron a tiros la sucursal, matando al doctor y a otro rehén.

El secuestro duró 12 horas. Me cuentan, y de verdad que no lo dudo, que cuando los espectadores vieron que la cosa se alargaba y no había ni tiros, ni sangre, ni ná, fueron a un colmado cercano a sacar unas mesas y sillas para ponerse a jugar dominó. Y que más de uno andaba con la pistola enfundada en la cintura, entre el pantalón y los calzones, apuntando a… lo más querido. Cualquiera que haya usado una pistola se imagina los problemas tácticos que presenta tener que sacar una pistola cargada para defenderse… y que está apuntando a los propios cojones.

El que tenga curiosidad, puede encontrar los videos de un documental sobre el asalto en YouTube.

1 comentario:

Unknown dijo...

Luis,
Creo que producto de la historia de este atraco al banco que mencionas, fue realizada una canción por parte de Ruben Blades, a continuación el video de la misma
http://www.youtube.com/watch?v=REJEYfvvjew&feature=related